Lo conoces.
A los cinco días ya estás con él.
Dices que es lo mejor que te ha pasado.
No creo que sepa lo que es eso.
Tampoco sé si quiero.
Probablemente no.
No quiero cegarme. ¿De qué sirve? No es útil. Solo ves parte.
Y al final has de enfrentarte a la cruda realidad...
sábado, 9 de julio de 2016
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