miércoles, 15 de mayo de 2019

0

Shibari

Te miro; sé que no te encuentras bien. Me gustaría darte un abrazo; intento tocarte, aunque tengo las manos atadas a la espalda. Pruebo a girarme para tenerte atrás, pero cada vez que me empiezo a mover, me correspondes quedándote en frente de mí. Me resigno, y las ataduras desaparecen; dejo caer los brazos a los lados, permaneciendo en el sitio. Porque, mentalmente, se han quedado para siempre.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Si quieres saber cómo soy tendrás que conocerme...
Con la tecnología de Blogger.